FISIOTERAPIA ONCOLÓGICA
El Centro Vodder de Fisioterapia abrió sus puertas en Madrid en 1992, y desde entonces nuestro objetivo es conseguir el bienestar de los pacientes mediante la terapia manual; consideramos que nuestras manos son nuestra mejor herramienta.
Nos sentimos orgullosos de haber sido el primer centro de fisioterapia especializado en drenaje linfático manual en Madrid. En la actualidad somos un centro de referencia en España para el tratamiento de patología linfática con las terapias más avanzadas, entre ellas el Método Godoy© como base de nuestra Terapia Integral. También nos centramos en terapias recuperación de suelo pélvico.
En el Centro Vodder hemos desarrollado un plan de actuación, Plan Prever, que se inicia en el momento del diagnóstico, y que está enfocado a acompañar al paciente durante todo el proceso (cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia) para conseguir normalizar su vida de nuevo lo antes posible. Se trata de un plan interdisciplinar, contactamos con su equipo médico (oncólogos, ginecólogos, radiólogos, expertos en ejercicio físico, etc.) para formar parte de él y trabajar mano a mano en todo momento.
Trabajamos en todos los momentos de la enfermedad, acompañando al paciente:
Antes de la cirugía: con información sobre el proceso y con ejercicios respiratorios y aquellos que ayudan a minimizar el dolor y el edema postquirúrgico. Se toman medidas (brazo/pierna) para poder hacer una valoración posterior y controlar una posible
aparición del linfedema. Se prepara la zona a intervenir para que la recuperación sea más rápida.
Postoperatorio inmediato: para disminuir el dolor, eliminar el edema postquirúrgico, reducir las alteraciones de la sensibilidad,
recuperar la movilidad articular y el rango de movimiento fisiológico, recuperar la conciencia corporal y seguir con los ejercicios linfomiocinéticos y respiratorios. Realizaremos desde este momento la educación en la prevención del linfedema que
se adecuará a la situación clínica y personal de cada paciente.
Cuatro/seis semanas después de la cirugía. En esta fase podremos comenzar con el tratamiento de las adherencias y cicatrices. . Seguiremos controlando la aparición del linfedema.
Antes/durante la radioterapia. Antes de la radioterapia debemos conseguir la amplitud articular necesaria y preparar a los tejidos para poder recibir las sesiones pautadas. La radioterapia es un factor de riesgo para la aparición del linfedema.
Durante la quimioterapia. En este momento, el drenaje linfático y la movilización neural ayudan a disminuir las secuelas de la neurotoxicidad.
Una vez ha finalizado en tratamiento oncológico inicial. Trataremos todas las secuelas que puedan quedar, buscando recuperar la funcionalidad completa.
En el caso de que exista un aumento del volumen (linfedema) en cualquier fase del proceso, se instaurará un tratamiento precoz para evitar su evolución y conseguir una disminución total del volumen. Es fundamental comenzar a trabajar con primeros signos y síntomas del linfedema.
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